La verdad nunca esperé el final,

Tampoco pensé que llegaría a alzar

Aquella bandera blanca que mencioné

Jamás estaría en el umbral de mi puerta

Gritando "me rindo"

Nunca pensé en perder a mi mejor amigo

Ni al amor más bonito que la vida me ofreció,

Las circunstancias son meteoritos,

Y los sentimientos fuegos artificiales

Que resuenan, explotan y se desvanecen,

Cómo nuestras discusiones sin paradero,

Dónde no importa cuántas palabras 

Intercambiamos, nunca hubo puerto final,

Y extrañaré ser un topir, tu topir.

Tantas cosas que extrañaré, 

que no volveré a ver, ni sentir, ni tocar, 

Mi fortaleza es pequeña, y se ha roto,

En el vacío del olvido me acurruco a olvidarte,

Rehusandome un poco,

Hay algo agridulce en el sentimiento de extrañarte,

Y algo realmente dulce al recordarte.